Ética, utopía y periodismo

Para Aristóteles (Ética a Nicómaco) la ética es la obediencia a la propia naturaleza y se pregunta qué es lo que trajimos los humanos al nacer, en nuestro equipaje, concluye que lo que nos distingue del resto de los seres vivos es nuestra inteligencia, pero también que somos sociales; por eso, cuando afirma que la ética es la obediencia a la propia naturaleza, lo que significa es la obediencia a la actitud de ser inteligente y ser sociable.

Por lo tanto, todo lo lo que concierne al hombre responde a su inteligencia y a su capacidad de sociabilidad; elemental, pero cierto; ambas rigen el comportamiento humano, que se relaciona a partir de costumbres y normas que le permiten aceptar o rechazar al otro, y en la medida que un ser humano a cerca al otro se humaniza, pero en cuanto lo rechaza se deshumaniza.

Por tanto, el periodismo lo que hace es acercarnos, o alejarnos ni confrontarnos, si no que son los actos y sus consecuencias lo que ubican a cada quien en su papel.

No es válido afirmar "yo soy un periodista ético", en todo caso se puede considerar decir: "soy un periodista guiado por principios éticos", porque uno jamás podrá afirmar que se realizó plenamente. Por lo mismo, en materia de ética siempre se habla de ser y deber ser, porque la historia de los seres humanos está marcada por la tensión existente entre lo que uno es y lo que debe ser.

Una consideración más, admitamos que los principios éticos son utópicos, pero su validez está daba en que es útil tenernos presentes por una sola razón: el periodismo que carece de metas no sirve y cuando uno traza un código de ética a nivel colectivo o personal, lo que está haciendo es trazar una utopía.

(En el siguiente pueden consultar la obra completa en versión PDF: https://goo.gl/RFepqP)